miércoles, 23 de octubre de 2013

miércoles, 18 de septiembre de 2013

lunes, 26 de agosto de 2013

No Creo que seas real


Nancy Arreola  no se sentía ella misma. Esa noche sus pasos la habían llevado a un extraño bar.

Nancy se había sentado en la esquina de la barra, mientras observaba hacia ningún lado. Una música  se escuchaba en susurro por todo el lugar. Era el disco A Rush of Blood to Head de Coldplay.  El lugar tenia poca luz y sólo los letreros de anuncio de cerveza y algunas lámparas pintaban la zona.  Del otro lado de la barra, se encontraba un chico de la misma edad. En el silencio se rompió todo. Era Juan Constantine, que terminaba de beberse la mitad de su  cerveza.  De un momento a otro le preguntó a Nancy.  Era una conversación breve, pero a pesar de la situación.  Nancy rara vez sostenía la mirada de Juan Constantine.

Ella era una chica de piel apiñondada y cabellera negra y china.  Juan Constantine era un tipo algo robusto y de cabello castaño.
 La conversación dio un giro cuando se dieron cuenta que ya se conocían.  Pero era recordar algo que no se sabía con seguridad. Ella apenas acababa de llegar a la ciudad.  Él jamás había salido de la ciudad.

De pronto, alguien había entrado al bar. Era un tipo con una raqueta de Squash en la espalda. Traía consigo un perro de raza pastor Inglés. Se sentó del otro lado de la barra y fijó su vista en una mesa de la esquina. La mesa habría sido tragada por la oscuridad de no ser por una pequeña lámpara que alumbraba. Alguien estaba sentado ahí. Se notaba que llevaba un rato en el lugar. Era una mujer. O por lo menos los brazos de una mujer que sostenían un lápiz que dibujaba círculos perfectos sobre una hoja de papel.

Juan Constantine y Nancy Arreola  quedaron en silencio y desviaron sus miradas a cualquier parte. Como cuando hay un silencio incomodo.  El lugar parecía estar suspendido en el tiempo. Sólo se llegaba apreciar el ruido de un lápiz rosar sobre una hoja de papel.  Era de la mujer sentada en la esquina.
El perro rompió el silencio con un ladrido dirigido a Nancy.

Nancy se había sonrojado como si estuviera feliz de que el perro la reconociera. Nancy sólo enrollaba sus risos con su dedo coquetamente. El tipo con la raqueta de squash, volteó a ver a quién le había ladrado Valoo. El tipo cruzó inevitablemente con la mirada de Nancy.

Un ruido en la barra rompió el momento. El Cantinero había servido una cerveza oscura al tipo de la raqueta de Squash. La misma cerveza que Juan Constantine estaba tomando. El tipo de la raqueta de Squash. Volteó hacia el Cantinero.  Un tipo delgado y alto. Era de esos tipos que poco inspiraban confianza.  Valoo, gruñía de desconfianza al tipo.   Nancy entonces comprendió lo que sucedía. Ella llevaba rato en ese lugar. Sola sin nadie acompañándola. Pero ¿Qué era lo que pasaba?  No era lo que pasaba, era lo que pasó y lo que estaba pasando. Un futuro convertido en presente. Un pasado olvidado y distante  sin rastro alguno en la memoria de Nancy.  

Para cuando Nancy reaccionó. Sólo había pasado un minuto. Juan Constantine, seguía ahí con media cerveza en el vaso. El tipo de la raqueta  daba un primer sorbo a su cerveza. Pero la mirada de Nancy había hecho que él volteara a verla. Valoo sólo la miraba como esperando una caricia.
El cantinero se había acercado a ella. Pero no era el Cantinero que ella recordaba. Era una mujer, de su edad. De piel blanca y cabello rizado  y castaño. Peinado con dos bolitas que formaban su cabello en su nuca. La mirada penetrante de la Cantinera le hizo sentir que ya la había conocido antes. El tipo de la raqueta de Squash, se sentía atraído por la Cantinera.  La Cantinera, se acercó al Tipo de la Raqueta de Squash y limpió con un trapo  la parte de la barra donde estaba él.
Un tipo gordito que pasaba frente a la entrada del bar, se detuvo. Se asomó por la ventana, y  después entró.   Se dirigió a una de las mesas y encendió un cigarro.

Esa noche Nancy volvió del bar a su casa. Se encerró en su cuarto y se puso a escribir.  Mientras escribía en la libreta. Recordaba sin éxito, el cuento que su abuela le contaba cuando era niña.  Nancy meditaba el cuento mientras pensaba en lo sucedido en el bar y aquella extraña sensación de que de alguna forma.  Había sido sobra del destino que ella terminara en ese bar con aquellas personas.

Nancy escribía repetidas veces la palabra Hart Hutt, y hacía garabatos para ilustrar lo que trataba de recordar.

Para cuando pudo recordar el cuento, fue demasiado tarde.
Juan Constantine no era un hombre al que se le hacía conocido por casualidad. Era alguien a quien había estado buscando hace mucho tiempo.  Un ladrón al que había engañado a la propia muerte a cambio de algo que sólo él sabía.
El tipo de la raqueta de Squash. Era el sujeto que siempre traía consigo un carcaj en la espalda del que se decía tenía una espada blanca y ligeramente arqueada.
El perro de raza pastor inglés,Valoo. era una criatura que se erguía en dos patas y que  su aspecto era muy similar al de un pastor inglés cachorro. a excepción de las rodillas y codos que los tenía  carentes de pelaje.También poseía unas garras en cada mano.

El primer Cantinero, era un mago siniestro o algo así. Nancy no lo recordaba con exactitud.

La Cantinera, era según los relatos de su abuela. Aquella a quien todos le temían. Y que era imposible evitarla. Tarde o temprano, ella venía por ellos.

Finalmente el tipo gordito era en realidad, un comerciante que visitaba a menudo el castillo. Ahí donde conoció al tipo del carcaj.

A la mañana siguiente Nancy trató de buscar el bar al que había ido. Jamás lo encontró. Trató de buscar a las personas que había visto sin éxito alguno.  Cada perro de raza pastor inglés que ella encontraba, era diferente al que había visto esa vez en el bar.  Fue a clubes de Squash sin éxito alguno.

Los días pasaron y Nancy fue olvidando poco a poco lo que había sucedido. Hasta ahora...


domingo, 28 de julio de 2013

Minicuentos para tu Ipad.


MiniCuento 1
Llegaré a tiempo para la cena…. Michelle sólo observaba a Vince.  Callada, pensativa y con un nudo en la garganta. Vince mostraba seguridad pero sus ojos… sus ojos reflejaban incertidumbre. 
Un océano café agitado por un pensamiento, un momento suspendido en el tiempo. ¡¡Vince!! Prométeme… por favor no lo hagas. Dijo en su mente Michelle. JK miraba con des entendimiento  puchero al ver a Vince. Una promesa a Max, un juramento a Michelle. Hoy habrá un cadáver, Tu padre hará algo grandioso jk!!! En silencio partió Vince, en silencio Michelle lo vio marcharse, JK pronto se iría a dormir. 


Cuento 2

Cuando cuentas cuentos chiquitos.Te esfuerzas en crear una idea en poco tiempo. Es como jugar con el tiempo como si fuera plastilina. Una plastilina a la que le has robado a la primera niña que te gustaba en el kinder. Después fue la maestra, aquella que usaba un lindo uniforme de maestra y que en silencio mirabas.  Cuando te regañaba sólo agachabas la cabeza y esperabas a que ella no te viera llorar.


Cuento 3

El robot, recargaba su energía, el otro robot estaba descompuesto. Había sido aplastado por una nave que acababa de estacionarse.  La vida es injusta, afortunada o desafortunadamente  la gente no recibe lo que realmente merece. Es hora de Dormir... Robot terminó de recargar su batería, pronto tendría que irse a trabajar. Los humanos han desaparecido, pero el Robot, tenía que encontrar a su amo.  Tomó los restos del robot descompuesto y los cargó hasta el almacén. El hangar estaba vacío. Era hora de dormir.

martes, 23 de julio de 2013

Gotham,el Corazón de las Tinieblas.

Prólogo:
Gotham City... Es difícil no pensar en ella y evitar recordar el ruido de los constantes sonidos de las sirenas.

Mi mente las recuerda como si estuviera ahí mismo.  El ruido del transito a lo lejos, los pasos haciendo ecos sobre un callejón oscuro y la risa de mi madre provocada por un chiste que ha hecho mi padre.  El agrío sonido de un disparo me congela el corazón y paraliza la sangre.

¡Bruce! Bruce!  dice ella.  Abro los ojos, ahora todo se ha ido. El amanecer está apunto de llegar. Las sirenas y el tráfico de Gotham se han sido. Sólo queda el ruido de la selva al amanecer.


¿Habías oído hablar de la Cueva del Murciélago antes? Le decía el Capitán del Barco.  Bruce se mantenía inexpresivo y sólo asentaba con la cabeza.  Miranda contemplaba el paisaje del río y de vez en cuando veía a Bruce. Bruce era de aquel tipo enigmático, callado y que su rostro parecía de cargaba con el peso de toda una vida a pesar de su juventud.

El Capitán le contaba a Bruce sobre la leyenda que giraba en torno a la cueva del murciélago.  Se decía que la cueva era profunda y con una gran cantidad de túneles en el interior. Pero que en el fondo, había una gran pintura rupestre que se decía, daba consuelo a los corazones atormentados.  Miranda se había acercado a la conversación e intervino.  ¿Y por qué la llaman la cueva del murciélago?  El Capitán volteó a verla. Es por otra leyenda Señorita, dicen que un Murciélago de gran tamaño habita en el interior, se dice que todas las noches, el murciélago sale a cazar sin que nadie lo pueda ver, pero al amanecer, el cuerpo mutilado de algún desafortunado aparece dentro de alguna de las cavernas. Pero bueno,nadie ha entrado tanto a la cueva y desde luego nadie ha visto al murciélago. Bruce se mostraba inexpresivo, pero mantenía una profunda atención a Miranda.


En Gotham. Se especulaba sobre la reciente aparición de un Murciélago  que acechaba en las calles. Normalmente eran los criminales y gente de la mala vida la que hablaba del murciélago de Gotham.
Tenía apenas seis meses de que se empezaba a hablar del hombre murciélago.

Aquél viaje había influido en Bruce. Por alguna razón, sabía que aquella cueva tenía algo más que consuelo para él.

Bruce revisaba los archivos policíacos que había extraído, sobre el caso de las mujeres desaparecidas en Gotham. Alfred llegó con una charola con un té y un sándwich de jamón serrano.  Espero que reconsidere aquella idea de  practicar el Polo y no seguir con esta loca cruzada Sr. Bruce daba una mordida al Sándwich mientras se fijaba en las fotos de las mujeres desaparecidas. Todas tenían las mismas características. Mujeres de entre 17 y 25 años. Blancas con cabello negro y delgadas.

Bruce se levantó de golpe, él ya traía puesto el traje y mientras avanzaba hacia una parte de la cueva que no estaba iluminada. Se ponía la máscara.

He localizado una conexión entre las victimas y el posible asesino, Alfred. Es hora de probar el nuevo juguete. La voz de Bruce que provenía de la oscuridad, se había hecho más gruesa y agresiva. Alfred, se quedó mirando hacia la oscuridad. Pronto, un destello seguido de un rugido sonó por toda la cueva. La escasa luz reveló algunos detalles de lo que parecía ser un coche con apariencia extraña. Una rampa bajó y se acomodó frente al auto, el cual salió a toda marcha.

Alfred regresaba la mirada  hacia la computadora donde estaban los archivos y las fotos de las víctimas. y sin apartar la vista del sándwich mordido, soló un suspiro.

Sabía que Bruce, había encontrado algo más que simple consuelo en aquel viaje a África. Alfred entendió que lo que él creía una simple aventura,para Bruce, Batman era ahora su vida.

jueves, 13 de junio de 2013

La historia de un Gato y su Novia

De donde vengo, los gatos no somos mascotas. Somos personas.

Uno siempre busca agarrar el hilo de la historia. En mi mundo, yo era un asesino muy profesional.  Desde la ventana acecho a mi presa, siempre buscaba la perfección a la hora de cazar. El escondite y la paciencia, era la clave de mi éxito.





Todo era normal en mi vida, hasta que ella apareció.  La agencia la habían encomendado para que fuera mi compañera de trabajo en una misión.  Ella era una gatita muy linda.  Pero era más letal que yo, incluso me hacía ver como un aficionado.

La misión duro un poco más de lo que habíamos estimado, pero fue lo suficiente para que los dos sintiéramos algo.   Cuando terminamos la misión, decidimos que dejaríamos el bajo mundo del crimen y espionaje  y nos dedicaríamos a nosotros.    

Nuestra nueva vida era de lo más normal. Vivíamos en una casa, teníamos dueños y  únicamente nos preocupábamos de nuestro maravilloso futuro y de cuantos gatitos tendríamos.  

A veces en las noches solía asomarme en la ventanas a observar la luna. Recordando aquellos días de asesino a sueldo. Todo eso había quedado atrás.  Ella parecía no importarle, se notaba feliz y disfrutaba de nuestra nueva vida. Una vez le pregunté si extrañaba la vida que habíamos dejado atrás. 

Todas las mañanas disfrutábamos de un buen plato de leche fría.  Salíamos al jardín y ronroneábamos por ahí. Después, yo dormía una siesta en las tardes y ella jugaba con una bola de estambre.  Una noche, mirando a través de la ventana. Pude ver , como un gato atrapaba a un pequeño ratón cerca del basurero en la calle de enfrente. 

El tiempo pasaba y todo era de lo más normal y cotidiano. Hasta que un día. Ella ya no despertó. Pensé que se había quedado dormida, pero no fue así. Ella ya no respiraba.  Alguien la había envenenado. ¿Quién podría haber hecho tal cosa?   Un espía seguramente, un antiguo enemigo, alguien en contra de la organización, alguien que nos guardaba rencor. 

Tardé en  descubrir que ella nunca pudo dejar el mundo del espionaje.  Cuando yo dormía las siestas, ella vivía su doble vida.  Descubrí que Ella, había matado al hijo del jefe Ratón de la organización criminal más grande del mundo.  Ellos buscaron venganza y la envenenaron sin que yo me diera cuenta.  

Toda esperanza de una vida normal, murió con Ella ese día.  Desde ese día volví a unirme a la organización.  
Empeñado a dar caza a esos ratones.  Me volví más letal que antes, más despiadado, un hijo de puta. 

La organización me expulsó por lo sanguinario que me había vuelto.  Pero aún así, seguí mi camino. Nadie ni nada podía detener mi venganza. Encontrar y atrapar al responsable del asesinato de mi amada. 

                                                                                               Continuará....

Próximo mes:   La conspiración de la Luna llena.  

jueves, 9 de mayo de 2013

La historia de un Chico y su novia.


La historia sucedió mientras pensaba en la inmortalidad del cangrejo.








Fue hace no mucho, en una ciudad cualquiera de un país común y corriente.








Ella salía de trabajar a las seis de la tarde, Max lo sabía. 

Las feromonas de Max lo traicionaron.  Alguien lo mató y jamás sabremos quién fue. 




martes, 5 de febrero de 2013

Atrapado en el espejo de su esposa.

 El día de su fallecimiento, descubrí que había algo más que un simple secreto...

Fecha: 14 de Agosto del 2004.  



Creí que estaba haciendo lo correcto.  Pese a la advertencia ... Activé el artefacto, el plan era fácil... Nada podía salir mal. estudié el artefacto y lo hice funcionar.



 Algo en el entorno me decía que había algo raro....  A pesar de ser todo igual... Nada, absolutamente NADA, me era familiar.



No hay marcha atrás... Algo salió mal...  Ese artefacto me traicionó...  Cada vez que lo activo, siento que pierdo algo de memoria, Estoy confundido,asustado, perdido....


Mientras más avanzo, más pierdo la noción del tiempo y espacio... He olvidado... Ya no soy el mismo....  Casi no recuerdo nada.   




 El día de su fallecimiento, descubrí que había algo más que un simple secreto...

Fecha: 14 de Agosto del 2004.  Al menos eso dice el artefacto,  lo que no estoy seguro, es en quedimensión me encuentro....   













lunes, 4 de febrero de 2013

El día que Margot quiso matar a Isra con un vaso roto

El cuerpo del delito...

La sospechosa en la escena del crimen. Sangre en el suelo ¿?



La sospechosa en interrogatorio. No pudo evitar el dolor de la risa.




La sospechosa lo negó todo.  Y para comprobarlo nos dio una muestra de huella dactilar.



La sospechosa, el arma, la escena del delito. Ninguna prueba, muchas pistas.



La sospechosa, la victima... Minutos antes de que sucediera el siniestro.


Un misterio sin resolver, Un enigma más en los archivos policíacos del ruso. Un caso sin resolver.


El Día que Margot quiso matar a Isra con un vaso roto.



sábado, 26 de enero de 2013