domingo, 24 de agosto de 2014

Preludios de Verano (Vol 2)


Prólogo:

Carbono 14
   Vol.2


Prólogo:
Todo comenzó un año atrás, cuando empezaron aparecer esos extraños hoyos en la escuela. Las niñas de la escuela decían que alguien salía de esos hoyos e intentaba secuestrarlas. Nadie les creía, excepto yo. Cuando comencé a investigar descubrí que se trataba algo más que una simple broma. A pesar de las cosas extrañas nadie me tomó en cuenta, nadie excepto mi amigo Han. Descubrimos que algo intentaba borrarnos de la faz de la tierra. A ese algo Han lo llamó Carbono 14.  Cuando estuvimos a punto de descubrir  que era en realidad Carbono 14  y de detenerlo.  Sharon, una niña de la escuela comenzó a ser poseída por Carbono 14.  Logramos detener a Sharon causando una gran inundación en la escuela. A Han lo expulsaron y a mi me asignaron un psicólogo.  


Preludios de Verano
Óscar estaba de regreso en la escuela, por última vez. Había ya pasado unas cuantas semanas desde lo ocurrido en la cisterna. Carbono 14, Han Gonzalez y sus días como Detective, habian terminado. El segundo año de escuela era historia.


La pregunta era simple ¿Isótopo Radiactivo que tiene 6 protones y 8 neutrones? En el salón reinaba el silencio. Algunas cuantas risitas y el ruido de una bola de papel volar por los aires. De pronto El maestro llamó a Óscar con un grito al mismo tiempo que una bola de papel pegaba en su mejilla. Óscar volteó para ver quien había sido, pero el Maestro volvió a llamarle la atención arrojando  de nuevo una bola de papel hacia el rostro de Óscar. -Isótopo Radiactivo que contiene 6 protones y 8 neutrones. Dijo el maestro con voz más fuerte. Óscar alzando las manos y con una mueca de desapruebo dijo- Carbono 14 profesor. Y con una bolita de papel en la mano le dijo. ¿Esto es legal? Escucha jovencito, esa altanería no te va a llevar a nada bueno, apenas es el primer día de escuela y ya te metiste en problemas.  La chicharra había sonado anunciando el receso. Óscar se levantó y se dirigió rápidamente a la salida.  No lo olvides, sé tus antecedentes Óscar, una altanería más y estás fuera.  


En el patio, Salazar Carcaño le había regalado un refresco de lata a Óscar. Bien contestado Bro, ¿Vienes a jugar Futbol? Óscar, aventando y atrapando la lata de refresco negó con la cabeza.-No puedo, tengo que ir a la dirección. Me castigaron con un mes en el psicólogo durante el receso.


La psicóloga estaba ya esperando, era una mujer joven y parecía comprensible.  Óscar tomó asiento y esperó a que ella le dijera algo.  Hola Oscar me da gusto conocerte.  Me han hablado mucho sobre ti. Pero cuéntame, quisiera oír tu versión.  Óscar recargó las manos sobre la mesa y con la mirada perdida empezó hablar sobre su amigo Han, de cómo lo había conocido y como él creía había sido expulsado de la escuela injustamente.


A la mañana siguiente Óscar se encontraba tratando de resolver su tarea de química fuera del salón. Una extraña grieta en la pared de los salones de enfrente había llamado su atención. Había visto una similar  el día anterior en el suelo del pasillo, pero no pudo prestarle atención debido a la bola de papel del simpático maestro de quimica.  Tal vez eran grietas por el deterioro de la escuela, tal vez alguien intentó colocar algo en la pared sin éxito, dejando una horrible grieta. Podría ser cualquier cosa, eran tiempos nuevos. Había nuevos alumnos y el ambiente se sentía diferente. Carbono 14 no podría estar detrás de esas grietas. Además, qué importaba si era carbono 14. En un año Óscar se iría de ésta horrible escuela y jamás volvería a saber de esto. Fue entonces cuando escuchó a alguien acercarse. Era un chico de nuevo ingreso, o al menos eso creía Óscar, nunca lo había visto antes.  El chico se acercó con energía y aparente amistad. -Hola que tal. Tú debes ser el Niño Detective ¿Cierto? Óscar se ensombreció  al escuchar estas palabras. Sabía que eras tú. En mi salón no dejan de hablar de ti. Lo que hiciste en la cisterna fue asombroso. Creí que eras más alto. Óscar intentaba explicarse cómo este chico de apariencia de niño travieso y sonrisa pícara sabía sobre él. Bueno te dejo, tengo que ir a clases.  Óscar se limitó a observar cómo ese misterioso muchacho se perdía entre los salones.
De nuevo en otra sesión de psicología. Óscar, a petición de la psicóloga. Intentó contarle desde su punto de vista sobre lo de aquel incidente en la cisterna. Esta vez tuvo que incluir a Carbono 14 y todo lo que llevaba explicar. Bien Óscar, creo que eres un niño muy imaginativo, no creo para nada que seas perverso y malvado como muchos por aquí creen. Pero ya tienes 14 años, y pronto llegará un día en el que tu imaginación y tu falta de seriedad hacia las cosas te impidan ser algo mejor. Óscar, sé por lo que dices y has hecho. quieres ser detective como tu madre lo fue, ¿Cierto?. Óscar hizo una mueca de desapruebo en cuanto escuchó sobre su madre, y desvió la mirada hacia la ventana. Perdiendo poco a poco la atención de la psicóloga


Kary se encontraba en las gradas de la escuela, su primer año en la escuela y los pocos días no parecían tan malo como ella hubiera pensado.   Primer año de secundaria en una nueva ciudad y en el turno vespertino.  
Era un tanto aterrador. Pero Kary había hecho amistad con Lucía. Kari, intentaba aguantarse las ganas de comer su pedazo de pizza hasta que llegara Lucia, A lado de las gradas, Unos chicos hablaban sobre algo que había ocurrido en la cisterna el curso pasado.  Sobre un tal carbono 14 y el Niño detective. De pronto,Lucía llegó con dos refrescos. Al ver a Kary distraída en la conversación de aquellos chicos. Colocó una lata sobre su mejilla. Kary reaccionó y mostró una sonrisa al ver que Lucía había llegado. Otra vez esa historia de la cisterna, no sé cuantas veces la he oído.  De pronto Lucía se detuvo y con un pañuelo le limpió a Kary la sangre que le salía de la nariz. Kary sintió un poco de pena. Otra vez te sucedió Kary. Kary agarró el pañuelo ella misma y esperó a que se detuviera su sangrado.


Óscar en sus ratos libres. Había estado rondando la escuela en busca de más grietas. Tenía consigo aquella pequeña lámpara de mano. Algunas grietas que había visto antes, ya no estaban. Óscar estuvo por los pasillos de primer y segundo grado. hasta que finalmente llegó a la zona donde estaba la cisterna. Era algo diferente a como estaba la última vez que estuvo ahí.  Olía a demasiada humedad. y el ruido del agua era bastante fuerte. Más que una cisterna parecía una enorme grieta por donde pasaba el agua a una enorme profundidad ya que desde donde estaba Óscar, no se podía ver nada.


Óscar recordaba la última sesión de psicología, Nada de cuentos imaginativos y cosas extrañas. Ya no eres un niño, No eres un Detective. Carbono 14 no existe y tu mejor amigo fue expulsado por tu culpa. Era lo que le había dicho el psicólogo, Algo había ocurrido con la Primera Psicóloga que tuvo que ser reemplazada. El nuevo psicólogo había sido frío y arrogante.  


Óscar se acercó para poder ver más a detalle el fondo de la grieta. Guardó su pequeña lámpara y se inclinó un poco más.  Dos siluetas se acercaron detrás de Óscar. Era de un hombre y una mujer.  Óscar no pudo oírlos venir, debido al ruido del agua. De pronto una mano tomó la muñeca de Óscar e inclinando más hacia la grieta, la silueta femenina le susurró algo al oído. Estás solo Detective, Jamás podrás atraparlo. Y con un pequeño empujón Óscar cayó en la grieta sin poder reaccionar a nada. Sólo logrando ver las dos siluetas que estaban el la superficie. Un leve chasquido en el agua se escuchó. Los dos estudiantes se alejaron del lugar , cada quien por su lado.


Kary recorría el sendero del patio para ir a los laboratorios de Cómputo, cuando vio una extraña sombra en la pared. La sombra no era más que la de algún estudiante hombre cualquiera. El detalle es que nadie estaba para proyectar dicha sombra. Kary sacó su celular para intentar tomarle una foto pero Lucía sorpresivamente le dio un empujón. ¡Hey, pequeños ojos cafes!, se nos hace tarde. Kary no pudo tomar la foto y tuvo que seguir caminando. Kary se percató que la sombra ya no estaba.  Las dos se alejaron del lugar.

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