la batalla de la vida

Sabes que estas perdiendo, pero te niegas a darles la razón. ¿Qué es lo que realmente nos importa en la vida? Tomar decisiones, entablar soluciones, responder a una cierta situación, la cual se ha mezclado en la vida de cada uno.
Respirar un cierto aire de alivio, el surgimiento infinito de problemas que parecieran multiplicarse por dos cada vez que uno ha sido resuelto.
No obstante el fracaso se vuelve un motivo de depresión si el sujeto llega a tomarse el fracaso como un grave error irreparable, con el que se han acabado las expectativas y no hay marcha atrás.
Se dice que en la vida nada es gratuito y todo tiene un precio. Pareciera indicar que cada instante que uno vive merece ser pagado, cualquier cosa desde una pequeña enseñanza hasta una experiencia de vida. Bien es visto en la vida cotidiana, a personajes reales ir y venir. Deteniéndonos un momento en alguno de ellos, veremos que su vida esta llena de momentos agradables, éxitos conseguidos y fracasos seguros. Un común denominador que se manifiesta en los seres vivos, pero tal vez tomado con mayor fuerza en el ser humano. Muchas personas pasan su vida tratando de conseguir el éxito en todo lo que hacen, buscan la manera de no llegar a fracasar, y por más descabellado que parezca así suele suceder. Un miedo o algo más, se siente por la posible llegada de un fracaso. El sentir y saber de haber fallado en alguna actividad.
Se pueden detectar varios factores que producen este efecto, el más primordial y vital es la competencia diaria. Un punto a destacar en el que el individuo compite contra otros por algún objetivo. Un mundo donde las reglas han sido establecidas, donde el premio es el elogio que uno pueda recibir, conseguir un status de ganador y ocupar por ende un elevado grado de idolatría. Mientras que en el fracaso lleva a todo lo contrario, dependiendo de la persona, todo lo que invirtió en aquella situación. El fracaso puede llegar a tener distintas magnitudes, y es cuando uno empieza analizar lo que ha estado haciendo en los últimos momentos de su vida. Apareciendo un fantasma llamado frustración al no conseguir el objetivo por lo que se luchó.
Se suele mirar con resentimiento aquellas personas que lograron el éxito en donde uno fracasó. Sentimientos encontrados se adueñan de la mente del individuo. Aparecen preguntas como el ¿por que no el y el otro si?. La mera verdad aunque no se si sea absoluta, se llega a buscar maneras de justificar el error. Recurriendo a pensamientos algo absurdos para consolarse, pero al final el tiempo deja todo en claro.
Ahora ciertamente los sueños para muchos, llegan a ser un medio de distracción y un empuje para hacer las cosas.
Claramente estos pueden influir mucho en las acciones que tomamos en la vida diaria y de ellos parten nuestras metas.
Ahora bien cuando algo esta saliendo mal. Inmediatamente reaccionamos de maneras distintas. Suele buscarse barreras defensivas, alternativas de salida para el problema presente, una indiferencia del problema.
Las ideas suelen agotarse, los pensamientos se vuelven pesados y algo lentos. Una sensación de no poder hacer nada se apodera y la reacción a cualquier incomodidad frecuenta. todo esto en algunos casos. La decepción es cliente de esta situación. Suele aparecer en partes tardías de la situación ya cuando se ha caído en la resignación pero muchas veces se presenta cuando había un cambio de ruta y la esperanza había aparecido. En conclusión y haciendo un breve resumen de lo dicho. No sin antes decir que en ningún momento mi intención fue la de ser un pesimista, un catastrófico ni mucho menos.
Exponiendo un par de opiniones acerca de lo duro que puede llegar hacer la vida, las veces que se puede fracasar, pero siempre habrá un haz de esperanza. Además la ley de la probabilidad siempre estará de nuestro lado mientras mas se fracase más próximo se estará al éxito. sin llegar abusar, ni excederse. es hora de decir llegamos al fin de esto.